Un par de semanas de relax

Pues aquí ando ya de nuevo.  No me moví de la demarcación -digamos.  Solamente que me dediqué a otras actividades.  Mi amiga Ilda me regaló un fabuloso cargamento de plantas nuevas para mi jardín, principalmente suculentas porque vimos que les gustó muchísimo crecer en esta tierra. Después de plantarlas les dedicamos cada par de días agua en abundancia pues el calor es enorme.

La temperatura es altísima día y noche y por lo mismo, he padecido de insomnio desde hace ya varias semanas; pero en lugar de que me ataquen los pensamientos que se hacen gigantescos a eso de las 3 de la madrugada, he optado por escuchar algun audiolibro con mis audífonos y sin molestar a nadie.  De momento estoy escuchando El Cuento Número Trece de Diane Setterfield. Ya lo había leído hace varios años pero siempre es grato que alguien te lo cuente al oído.

Ya que tocamos el tema, quiero decirles que el escuchar audiolibros cuando uno cose en solitario es sumamente gratificante.  Ahora hay una cantidad enorme de títulos en inglés y en español.  En este caso, el Cuento Número Trece es leído por Bianca Amato una actriz cuyo fuerte es el teatro y quien se educó en la Real Academia de Shakespeare. No se imaginan el placer tan enorme que es escuchar la narración de boca de ella, con tal fluidez y dicción. Bueno, eso es a lo que me dedico en las madrugadas.

Por otra parte, con la partida de mi adorada Wanda, el jardín- que era su territorio, su reino- ahora poco a poco se ha comenzado a poblar por otros habitantes que ya se percataron de que ningun animal perruno ronda por estos lares.  Una ardilla negra, montón de aves que antes solamente estaban sobre las ramas, ahora comen semillas directo sobre el césped. Además, a diario cuando ya cayó el sol hemos visto que ejecuta su periplo habitual por todo el perímetro de la casa un bicho muy parecido a un mapache pero de estas tierras mexicanas llamado Cacomixtle (la equis pronunciada "sh").  Más chiquito que el mapache, de cola rayada y abundante y según el wikipedia, fácil de domesticar y sumamente cariñoso. Bueno, en esta casa que ni se lo piense!
Por otro lado, también nos enteramos del nacimiento de una camada de 4 gatitos.  Ya habíamos visto a la mamá rondar por aquí pero no sabíamos nada del feliz acontecimiento.
Para qué les miento, yo me había negado a siquiera ver a los críos pero al momento que Alfi me enseñó la primera fotografía, bajé la guardia.....  Están hermosos y minúsculos. El más grande mide 15 alrededor de 15 centímetros.  Ya les dimos leche.  Pero no puedo quedarme con ellos. No sé ni siquiera como se cuida a un gato o más bien como hace uno para comenzar a tener cierto vínculo con él.  Los llevaremos al refugio en los próximos días porque así de chiquitos y hermosos seguro alguien se va a enamorar de ellos.

También he cosido, he bordado, he encuadernado y he hecho un par de cajas.   Eso lo publicaré mañana.

Encuadernación japonesa

Feliz Pascua florida