Sucedió un 27 de Mayo


Quienes me conocen saben que hago lo indecible por acudir a las Feria de Manualidades que se lleva a cabo anualmente en un gran espacio para exhibiciones en la Ciudad de México.
Hace 14 años- precisamente hoy 27 de Mayo- había hecho planes para pasar un buen día con amigas circulando los pasillos de la feria, comprando telas, telitas, retazos y viendo novedades.
Curiosamente amanecí ese día absolutamente desganada y sin motivación alguna. Era tal el peso que traía yo en mis espaldas esa mañana que le llamé a mis amigas inventando una excusa para poder quedarme en la casa. Temporalmente nos habíamos mudado a la casa donde yo nací y donde en ese tiempo vivía mi mamá presa de un par de terribles enfermedades.
Marido en el trabajo, niños en la escuela, y yo sin ganas de nada pero de nada esa mañana....
Me senté frente a mi máquina de coser, preparé algunas bobinas, reacomodé mis tijeras, mis hilos, pero todo sin deseos de coser, de leer, ni siquiera de hojear una revista o acomodar mis patrones.
Y lo que pasó, fue justo al mediodía. Si yo hubiera salido hubiera vuelto demasiado tarde. En el final yo estuve allí.     
Hace unos años decidí escribir este relato. Algunas de Ustedes ya lo conocen pero lo comparto nuevamente:

Un animalito

Los Sombreros Parte 8