Complementos


Ya tiene muchos años que Alfredo y yo estamos solos... el síndrome del Nido Vacío.  Es un ir y venir del corazón: vemos a los hijos, nos volvemos a acomodar y sentir cobijados, se hacen al vuelo de nuevo, el corazón se achica. Después por fortuna nos reencontramos y volvemos a gozar cada uno de la compañía del otro aquí en casa.  Cuando coso algo pues coso dos: uno para Alfredo y otro para mí.
Hace más de un año hice un par de Porta-Tasa-de-té (o como le querramos llamar) y lo dejé en la otra casa. Hoy decidí que necesitábamos un nuevo recibidor para la taza y de mi lindísimo libro Zakka Sewing volví a tomar el patrón para las casitas.  Aquí un duplex. Ya los estrenamos hoy mismo.

Hermosura

Estuche en lino